lunes, 8 de diciembre de 2014

#Oparricidio

























En los trece cuentos reunidos por Daniel Medina, bajo el nombre de Oparricidio, no asistimos al asesinato de cretinos si no a trece ficciones que pretenden un crimen en la literatura salteña o al menos, representar la muerte de sus operías.
Hasta hace algunos años la figura del opa transcurrió en la mecedora de la literatura salteña como un mito, un personaje anclado en el imaginario local como un idiota pasivo por el cual conmiserarse; que se dejaba pasear por la ciudad en el bochorno de sus siestas, y al cual las familias preferían ocultar en el fondo de sus casas o liberar en la incierta solidaridad de las fiestas religiosas. Quizás haya sido Juan Carlos Dávalos, quién primara en retratar y elogiar virtudes de este antihéroe absoluto que acompañaba el tránsito lento de la parsimoniosa “Cotópolis” El artista no trata con desdén a los opas, y estimo que cualquier interpretación en contrario no puede observar la nostalgia ni la soledad de la época. Con los años el inefable “Cuchi” Leguizamón, señalaría que las fáusticas virtudes del cretinismo se habían trasladado a cierto prototipo salteño dado a las formalidades y a las ceremonias, que conservaba cierto vicio por las convenciones, y al cual definía como “opa solemne”.  Lo curioso de la vida salteña es que aquellos eufemismos parecieran haberse disparado hacia lo Real, a una escala que terminó por encauzar una numerosa legión de seres autocompalcientes como modelo social. El rol del Estado y las prácticas de ciertas instituciones, aparentemente, no fueron ajenas a la proliferación del fenómeno.
El oparricidio de Daniel Medina, ya no registra aquellas figuras folclóricas,  observa estos nuevos “opas sociales” y apunta a las operías contemporáneas. Pone en acción a estos sujetos atrapados en su obviedad, en su alegre capacidad para asumir lo banal como fundante y que hacen de lo cotidiano, verdaderos ritos de sentido que regulan la vida. Satiriza sobre aquellos que han hecho de la autoestima y sus excesos, una moralina prejuiciosa; sobre el snobismo provinciano; sobre aquello que las familias ya no ocultan si no que exhiben como modelo al haber perdido el encanto de la discreción para ofrecerse como portadores de una “salteñidad” de difícil digestión,  cuando no, escandalosamente violenta.
En trece relatos breves y salvajes, Medina logra confirmar un estado de excepción. Trata la envidia, la doble moral, el ocio, la esquicia y la desesperación, con especial habilidad literaria. Sin lugar para el asombro, todos los relatos conducen al abismo, al horror y a la desdicha.
Difícilmente un libro de cuentos pueda resolver un estado de corrupción social; un conjunto de nuevos editores, autores y prácticas, ya pueden dar cuenta de una situación que crean pobreza, estado policial y corrupción política. Erradicar el fenómeno requiere algo más que pura literatura.
De estas narraciones realistas que ha editado la productora literaria jujeña, Intravenosa, se destacan nítidamente dos que se apartan de esta moda visceralista, (el homenaje a Bolaño, se evidencia en el “El viaje inolvidable”,)  y que recrean la vida virtual en los media impregnada de localismos: “Game Over” y “Reality Show” (los títulos en inglés ya adelantan demasiado de lo que allí puede leerse). Una verdadera guerra de sueños cotopolitanos.
Como bien señala la nota editorial que acompaña la contratapa del libro. "Oparricidio" es un libro que está destinado a marcar, junto a otras publicaciones "una literatura que renueve el campo cultural salteño".
El epígrafe del libro ilustra al desprevenido lector, no tanto en el advenimiento de una literatura como en saber situarse frente a la inquietante experiencia literaria: “Siempre es divertido hasta que alguien se lastima. Ahí se pone hilarante”


jueves, 23 de octubre de 2014

Formación de la élite salteña

















Una Aristocracia Republicana
La formación de la élite salteña 1850 – 1870

Por Juan Quintián
Editorial Tesis. Buenos Aires, 2014

Esta tesis relata la formación de la elite económica y política de la provincia de Salta desde tres dimensiones históricas. La primera de ellas recompone las estructuras demográficas y ocupacionales, el comercio y la distribución de la tierra desde una perspectiva regional para identificar las bases materiales que controlaba la elite económica local. La segunda, analiza la consolidación del Estado y cómo las nuevas prácticas políticas implementadas a partir de 1853 influyeron en la formación de una elite política provincial. La tercera dimensión examina el orden político por fuera del marco institucional, es decir, una historia social de cómo las relaciones políticas basadas en lazos de dependencia personal influyeron en el orden político.

El libro de Quintián, es un trabajo historiográfico que abreva en la inefable “Historia de la Gente Decente” de Gregorio Caro Figueroa, que inauguró los estudios sociales en la Salta contemporánea. Rastrea los enfrentamientos entre los Arias, Saravia y los Uriburu, junto a la emergencia de líderes populares e intermediarios entre las elites políticas y los sectores populares urbanos y rurales. Analiza, igualmente las contradicciones en la formación de un Estado que contó  con comandantes y caudillos de frontera que amenazaban su propia estabilidad y legitimidad. Es decir que focaliza su atención en uno de los capítulos más interesantes de nuestra historia, como lo es el auge y declive del federalismo salteño. Es también la historia de la postergación del Partido Federal y la preeminencia del mitrismo y el triunfo de la formación liberal-conservadora.


sábado, 26 de julio de 2014

Romper la vida, de Alejandro Schmidt























Un instrumento múltiple, el labio del poeta Alejandro Schmidt. Su nutrida pasión queda plasmada en este libro que reúne 85 de sus 5000 poemas. En él asume todas las poses y ánimos disponibles en la escritura. La actitud e intensidad para la poesía se manifiestan del primer al último verso en esta antología. Su abrumadora disposición poética no da lugar a primaveras o inviernos en su obra; no necesita huir hacia la poesía, tampoco espera que acuda el estro: sencillamente, no tiene opciones o habiéndolas, ejecuta el acto de leer y escribir con absoluta calma, con profunda devoción. Leyéndolo, pareciera que la poesía lo aguarda desde siempre.

Un símbolo privado se alza en cada poema suyo, aún así el poeta no es hermético. Adquiere mayor precisión y virtuosismo a medida que avanzan los libros. Sus certezas residen en el odio, en el mucho odio acumulado a pesar de si. A Schmidt, el odio le permite organizar el poema y darle una dirección; crece como un resentimiento entre el mundo que todo lo embarra y el poeta, (por momentos señala a la Patria como si se tratara de una enorme Fiesta Nacional; en otros es reminiscencia, del padre, de la madre, de él mismo en nítidas observaciones y situaciones que no le importa señalar con un buen o mal verso).

Rompe la vida, porque pretende en cada palabra romper el sentido del mundo; porque quiere que la vida sea otra cosa, algo mucho más inestable de lo que ya es. Por eso el poema siempre es una regularidad rodeada de un encanto por descubrir u ocultar; sirve tanto para ir como para volver de la nostalgia, (a Schmidt, le espanta el aburrimiento de los otros, la serenidad y la convulsión en los otros; asume el duro oficio de interpelar la realidad a fuerza de dialéctica subjuntiva).

Le opone al mundo, así a secas y amplio, una masa metafísica que reduce todo a escombros y trata al poema como si fuera un acto espiritual y último. La poesía es entonces un punto inmóvil sobre la precaria ambigüedad de las cosas, en la pavorosa decepción de lo que no prospera ni como pasatiempo. No se altera ante la fuga de las figuras en el espejo, no lo moviliza el vacío; puede creerse que adora el estrépito. No tiene palabras de desesperación ni de esperanza; su poesía sucede oscura y necesaria. La incertidumbre, que en estos casos siempre funciona como estrategia, no se ejerce si no como remate en algunos poemas. Curioso, porque es un poeta que no escapa a su generación pero así como no tiene juventud, su poesía no tendrá vejez ni acarreará otro inconveniente más que el de una catástrofe particular; en la intimidad tampoco traerá consuelo, sépanlo.

Asoma la provincia en su escritura y es todo llanura el relato que guardan sus versos. No tiene bondad ni amor su poesía, sin embargo es generoso con todo lo que le rodea. Es probable que escriba algo más que 5000 poemas. Leyendo libro a libro de su antología, uno termina por sospechar que puede abundar en detalles, en perplejidades y equívocos y señalar pasajes perennes de esta vida y otros no tanto.

De la abundancia del corazón, habla la boca, cita. No le perdona al hombre no conocerse a si mismo; no tiene misericordia con el que duerme. Sus versos cargan una ironía que si se manifestara con un poco más de volumen resultaría cruel y antipoética, (por eso el mundo se borra cuando escribe y pide silencio al fondo).

Schmidt, va camino al mito lo saben sus lectores, sus editores, sus colegas y sobre todo lo sabe él mismo. Ha sido una construcción laboriosa, concentrada: leerlo así, condensado en un libro que resume la intención de una vida, inquieta. Cada verso va dirigido como un golpe a la nada; carecen de ingenuidad así como carecen de recursos lingüísticos y metafóricos; escarcea la lengua pero no fuerza nada, más bien deja que el idioma se exprese casi sin voluntad en el poema. Las correlaciones que establece no son semánticas, son ideales. Sus versos son escasos en música y ritmo, sin embargo la conciencia que los mueve es polifónica y heterogénea. No se ha trepado a las altas torres de sonido, se ha quedado aquí oyendo el corazón de las vacas. Encuentra matices, su paleta es amplia y siempre está en movimiento; no busca el himno en cada enunciado, por el contrario, exige el chasquido de la lengua, (porque lo que vale en Alejandro Schmidt, es la intención).

Hay escritores que escriben, traducen, interpretan a otros escritores, vuelven a escribir, componen textos con fervor intelectual, gracia literaria y saben de qué trata la Belleza; estudian. Schmidt no, él es un poeta. Desde los 13 años de edad que habita el hueco del malentendido. Porque una cosa es el análisis y la crítica, la construcción deliberada y muy otra es la epifanía o la alucinación. Sin embargo es difícil mantener la unanimidad en el malón de la burguesía nacional de la palabra. Algunos arrean los animales, otros secuestran las armas y aquellos llevan enancadas las cautivas. Las cautivas, oh sí, las musas! (Schmidt, ha pactado con todas esas causas perdidas y ha salido victorioso de esos negocios como un toro en la lid).

Schmidt, es un poeta que nada en las grandes aguas abiertas, da amplias brazadas para no quedar flotando en la precariedad del conocimiento. Basta con seguir su interés por algunos temas, (asegura que el tema no es algo que le concierna), para entender el propósito: la Biblia, Lucrecio, Séneca, Gurdieff, Nietszche, Goethe, Rimbaud, las religiones orientales y el inquietante romanticismo alemán. La ciencia y la religión le resultan lo suficientemente consistentes a la hora de explicar el misterio de la existencia humana. De esa percepción de la realidad sobrevive en su poesía la persuasión y la mística, esa es la gran diferencia con los poetas contemporáneos: no escucha la música, ve el espejismo. Espera que sus poemas como piedras astillen el presente perpetuo de algunos enunciados.

¿Qué cuál es su tradición poética? Es heredero de todo cuanto habla con altas palabras; más sutiles podríamos decir que hay en él rastros de Fijman, y hasta algo de Giannuzzi, claro que también reúne a Mastronardi y Molinari, bajo su lengua, (pero vaya uno a saber cuántas de estas cosas que se dicen como lector apresurado de su obra, son cabalmente ciertas).

Con este libro realiza lo imposible: antologar la existencia, tal como si pudiera seleccionarse algo de ella y separarlo, como si se pudiera elegir entre nuestros actos, textos como cosa ajena y estética, como si no hubiera continuidad y leyéramos sólo el detalle de la cuerda; signos del pronto desgarramiento ya inscriptos a lo largo de la expansiva tensión de lo que es nuestro y no es y es sólo pensamiento o sueño que no recobrará ningún poema; convulsiones internas que procurarán vestigios de una vida realizada. Ejerce la tarea como si pudiéramos elegir algo por nuestra parte, (su edición existencial finalmente es obra artística, no quepan dudas).

El poeta reúne los poemas largos y políticos de Serie Americana; los de la construcción del sujeto amoroso, los de la afinidad con la vida, (sabe que nada grande se puede construir con rencor, que todo lo grande sale del amor o de su opuesto). Suma páginas de sus libros: de Notas de una biografía perdida trae el objetivismo como experimento, (sólo los limitados espiritualmente no prueban el fuego); de otros libros reúne cierto situacionismo y un enunciado agonista; el fervor de Escuela Industrial; de Como una palabra que pudiste decir, la incipiente metafísica que le permite pensar que una palabra puede irrumpir en el mundo para reconfigurarlo espiritualmente o como introducción a otra obra, a un arcano, (en ese libro se encuentra el fabuloso verso: “aún leo para aprender a vivir”, en el mismo poema de: “...para subir a una torre de marfil/hay que matar primero/algunos elefantes”); de Silencio al fondo, trae el poema: “con pocas palabras/puede escribirse todo/pero al/escribir todo/algo se borra”; de Oscuras Ramas, trae libros que son vórtice de poemas; en La vida milagrosa, el predestinado a la poesía comprende su situación y hace que las voces cotidianas se adelanten a la escritura y de toda experiencia, un conocimiento que despierta la atención del demiurgo; de Casa de arena, la elegía al padre, el fantasma mayor; de Mamá y Videla, retoma inquietantes versos que no acuden ni a la memoria, ni exigen ninguna verdad, a cambio los liga a una dimensión ética trascendente que siempre será mal interpretada; de Árbol viudo, el espíritu romántico cultivado en Villa María, y de Una sombra llena de perros, la autobiografía como forma y ejercicio estético.

Cuando el poeta nos hablaba de sus elecciones afectivas nos advertía sobre el alcance de su poesía: “Muy pocos llegan hasta el final y hasta el final no se llega con prudencia, astucias, disciplina, se llega con otra cosa que está contra la mano propia, contra los principios, las ideologías y sobre todo contra el temor. Corrijo un poema con otro y con otro... desde los 13 años estoy buscando el poema verdadero, ¿por qué no habría de divertirme mientras tanto?” Pablo Giordano nos recuerda que Alejandro Schmidt, es alguien más: “El poeta como efecto irreemplazable de la rutina, la podredumbre, la muerte, el embrutecimiento de la soledad y el silencio. Un ser cautivo del decir insatisfecho

Es frecuente tropezar con abstracciones en la lectura de su obra y es admirable ver como corrige el abismo con la punta del pié en cada verso; el equívoco sobre la profundidad siempre es de los lectores. A veces la invocación del poeta hace que se lea su palabra como un resto de silencio y se entienda la poesía como una extraña energía que sostiene el mundo “...y nos atraviesa en momentos excepcionales como autores y como lectores

Hijo de un sacerdote luterano, nació en Villa María, en 1955 Allí vive con su familia y trabaja como preceptor en un colegio. Desde 1986 ha publicado 27 libros de poesía; ha editado a medio millar de poetas de todo el país. Distribuyó de forma postal y gratuita durante más de 15 años plaquetas y revistas, entre las que se destaca “El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol”. Sostiene en la actualidad 18 blogs dedicados a temas específicos de poesía. Tiene publicadas algunas páginas de una obra en progreso que lleva como título general, Una sombra llena de perros, donde antologa poemas propios y ajenos. El poeta en diálogo con Carlos Schiling, ha expresado que lleva escritas unas 600 páginas aproximadamente donde practica la desmesura en lo que considera, “una teoría general del lenguaje”, a la que acuden “teorías acerca de la luz, la óptica, chats de veterinarias, mi relación con la Biblia en la cotidianidad, catálogos sobre la sombra, el doble, diatribas varias, estudios del vinagre, los piojos, la mafia búlgara, minucias del nazismo, los círculos de Rembrandt, un poco de cut-up y algo de nosense”. Estima escribir entre unas tres mil o diez mil páginas de esta obra, desconoce cuál será su destino. 

Alejandro Schmidt, siempre se nos presenta con el debate acerca de sí mismo resuelto; sus poemas, sus aullidos, son definitivos. Nos entrega el cadáver de la contienda que ha sostenido; un mecanismo insensible que ignora el error y trasluce como el agua, (muchos son los sentimientos que acuden al poeta, quién goza la dicha de que ninguno permanezca).

Meditando su último libro, el futuro lector quedará advertido que podrá adentrarse en los poemas para finalmente ser ahuyentado por el poeta; así comprenderá lo que es poesía para el autor, y que Literatura, por otra parte, “es el reino de la opinión

lunes, 13 de enero de 2014

Indecible



reseña

Belén Cianferoni, (Santiago del Estero, 1987), es una poeta que publica su primer libro, Damage Therapy, en la editorial jujeña Intravenosa. Integró diversas antologías: Mono ambientes: microrelatos en Santiago del Estero; Antología Parlante y La Juntada. Cursa el profesorado de inglés. Apartándose ligeramente de la tendencia en boga de su generación poética, dominada por la exhibición de elementos anecdóticos, autobiográficos y un lenguaje afectado por clises infantiles; su poesía se abre hacia nuevas formas de expresión, integra la observación del propio cuerpo como experiencia extrema y usa el inglés en muchos de sus versos. De la observación del cuerpo hace una instancia mítica, estética, y desde esa posición ingresa plenamente en el mundo de las tradiciones literarias.
Los mitos, aquellos que nos explican como especie, (Sísifo, la expulsión del paraíso, el talón de Aquiles, el fruto robado en el Edén), son todas fábulas del dolor imprecado. Es decir, relatos que se alzan en nuestra literatura como respuestas al grito primordial de la criatura humana: ¿Por qué se sufre? ¿Por qué esta condena? Los mitos funcionan como reparadores a la vez que son el agotamiento de la fantasía en respuesta a la inevitable condición perenne y frágil de la existencia. Por ello podemos decir que el dolor se inscribe en el cuerpo como una alegoría.
El poemario versa sobre esta situación personal y a la vez común. No son indagaciones estéticas, ni poesías de un pensamiento que se sumerge en la intimidad para extraer conocimiento. Sus poemas son escenas, rastros de recuerdos que abandonaron personajes para recuperar un Yo precario, vulnerable, es decir, un lugar de enunciación, un sitio inmóvil desde el cual evocar tristezas o alegrías no sin escepticismo. A veces son experiencias apenas esbozadas y otras tantas son deseos. La reflexión poética sobre el propio cuerpo posee el valor de lo testimonial en tanto el poema busca enunciar y enumerar posibilidades en dirección a un otro, que recibe un orden, el del mal; porque el dolor anuncia el mal y es en sí mismo el mal de los males puesto que más allá del dolor todo es silencio. Sobre esa inmanencia se pregunta en su poema, Después: qué viene después/...de la materia/...Cuál después manejo/cuál de todos/...Qué queda/qué persiste?/Qué hago después de consumirme/Dime que hago después de mí. 
Belén, intercala palabras, versos, poemas enteros en inglés (en: “please God,/Don't let that any mosquitos bite him”, se puede observar que no pierde humor, ni afección por su amada lengua), y esto no es un dato menor en la poesía que emerge en el escenario nacional, una tendencia que al menos hasta dónde se pude registrar en el norte argentino está en la jujeña, Estela Mamaní, que usa algún verso en un inglés deformado con ironía o en el salteño Varas Mora, que utiliza algunas palabras para sus títulos. Pero quizás los versos más sobresalientes de Cianferoni, en el sentido de expresar una preocupación situada en la lengua esté en su poema Escribí: “escribí/no es necesario que sea brillante/no es necesario que salvés/el caos que es/la literatura/santiagueña/vos hacelo”. Esa observación la preserva de hacer de los suyos, versos de la pura agonía o del gesto final, restituyen una vitalidad que no es exclusivamente literaria si no de anclaje decisivo en la vida.

Damage Therapy


Silencio! Cuerpo Hablando

Es necesario
y urgente
escuchar a nuestro cuerpo.

Prestá especial atención
al susurro de los pulmonmes.

Por favor, my dearest,
concéntrate,
en la melodía de los huesos.

Escuchá a tu cuerpo.

Ala sabiduría de la sangre,
en cada gota,
en cada célula.

Por favor, pegate a tu piel.
Amala.

Te canta una canción de cuna
Todas las noches.

Tu cuerpo está hablando
y hablando
y hablando.


Notas mentales

creo que va a ser una noche de apuntes.
Está escrito,
vos tu casa,
yo la mía.

La rutina inconclusa,
los cafés,
el ron,
y la resaca matutina de todos los días.

Después el lunes con las malas traducciones,
terribles
hablar en el amado inglés
y con mi portugués mediocre.
Tal vez las ansias de puentes,
de querer torcer el destino,
unir continentes a fuerza de letras,
quizás mi espectativa
en degradé con tu realidad.

Luego saltamos días,
olvidamos besos;
por causa de la falta de oxígeno
o la habitación repleta de desconocidos.

Quise serentas...
en la era youtube,
mariachis,
velas vino blanco,
chardonnay en lo posible
y me pasaste el link de la descarga.

Y yo sigo meditando...
pero me retiro
“son sólo apuntes
de una relación inconclusa”


De disfraces I

Sí,
soy la nena con los vestidos
más tristes
de la sala.
Esa... la disfrazadita de burócrata,
que sella en blanco y negro
y formula cuadraditos al hablar.

Esita,
que al pensar en vos
llora en prolijos rectángulos.


Sobre amores inanimados

una copa de cristal,
balanceándose,
alborotada
en el borde de la mesa.

Un vaso
que debe
estallar
en miles
de
partículas
por el universo de tus mosaicos.

Vidrio
que debe
romperse
pero
aún
permanece intacto.

Así existimos.


El arte de cortar

Corto límites
lazos
hilos mal cocidos
corto tu camisa, mangas, pantalón
y tu bragueta,
corto tu sombra,
el espacio donde habitabas
corto la manguera del tubo de oxigeno
que reservé para vos
ya no es
necesaria
ni vital.
Porque ya no existe...


Cuerpo

toco mi cuerpo
y lo siento
como un agente extraño,
ausente de mí.

Marcha,
pero
no voy
dentro del movimiento,
ni con él.

Mi cuerpo
ha dejado
de girar,
ahora se queda inmóvil
mientras camina.
Se escucha
muy despacito
una nena que llora,
creo que ha perdido
su juguete favorito.


La nena de los noventa

With the lights out is less dangerous
Nirvana

te acordás caundo era tan fácil deprimirnos
cuando escuchábamos nirvana o pearl jam, sin parar
si si si si si si
entre el actual “no em rompas las pelotas”
y el “no soso vos, soy yo”.
Te acordás
nos bañábamos en música,
perfumábamos de hambre
y alimentábamos con jeringas.

Nos hicimos de todo, loca.
Para callar los gritos,
adormecer las nena
y mentir lo que éramos.

El y2k te encontró concéntratetachas en el pantalón,
tachas en el corazón,
tachas en lso labios,
querías tachar algo.

Escuchabas lo que te hiciera saltar, flaca
o al menos calme las ganas de romper los platos
y cuando lo hacías,
susurrábamos bajito,
para que no se enteren
para no despertar a tu viejo.

Mentíamos hasta el empacho
en el depto de susy,
y el de la pato,
en lo de mayra,
a la vuelta de la esquina en la plazoleta,
lo escondimos
y me enterraste para siempre.

Escondimos lágrimas,
las tragamos,
las bebimos todas
hasta la última gota.


Te queda algo, flaca?
A mí,
nada.


Not today

Hoy no tengo
ganas
de
pensar
me.

Tampoco
voy a
explotar.
No esperes que dibuje
una tesis
de mi personalidad,
ni
una defensa de mis estados de ánimo.

Hoy
no voy a revolucionar
nada,
de mí,
ni a mi ropa interior,
el aire acondicionado seguirá prendido,
y el frasco de shampoo se queda quieto
absolutamente nada.

Mi dí ano está palnificado,
dejo pasar el tiempo,
bebo litros de agua,
respiro,
no fumo,
no me planeo,
no me pienso,
dejo pasar el día

hace
demasiado
calor
para pensar.


Voyeaur

Me detendré
a escuchar
voces en las que
no
estoy
- en las que no gimo.-
Seré un ratón.

No haré
ningún
movimiento
en falso,
no te molestaré.

No sacaré fotos esta vez,
te lo prometo.
Vivirán para siempre en mi cristalino.
Ni me sentirás respirar
sobre ti,
ni abajo tuyo
ni a tu costado.
Sólo dejá la puerta
un
poco
abierta,
sin llaves (son mis enemigas),
tiralas.

No quiero entorpecer tu hermoso trabajo.

En la ventana,
que no haya seguros,
en la noche
o en la siesta
o en la mañana.

Que no haya seguridad en el reloj.

Que no haya
registro
de horas
ni de fechas.


Escribí
para natalia laini

escribí,
no es necesario que sea brillante,
no es necesario que salvés
el caos que es
la literatura
santiagueña,
vos hacelo,
no es necesario
que genéres nuevas formas de pensamiento deleuziano,
escribí
dejando todo atrás,
como quién hilvana
hilos con agujas
palabras con sílabas,
escribí
sin miedo
a no despertar.
Escribí
la mejor o peor
novela o poema por leer
a pulso,
o con tu teclado.
Verás,
es muy posible,
que estas palabras
que considero importantes
no sean más
necesarias
que un pedazo de papel higiénico,
solamente
escribí,
sin vanidad
ni pretensiones,
como quién ceba un mate y
da un consejo a una amiga
golpeada y cansada,

o sin más, escribí,
para que dejes de sangrar.


Después

y que viene después
de la yerma
del puente
después del paréntesis
del coma,
del tiempo muerto en la cama
del tiempo contemplando las rajaduras del cielo
de las gasas en forma de nubes
de los animales que galopan por las praderas de mis sábanas
de las salamandras que habitan en el suero
de los ruidos que se esconden en el tanque de oxígeno
de las víboras que penetran msi antebrazos

qué viene después,
del odio,
de la vergüenza,
de la pesadilla

de la materia,
de los átomos,
de las uniones...

cuál después manejo
cuál de todos

el después de la sabiduría
el después de la ignorancia

después de la cosntrucción de objetivos,
después de la conclusión de objetivos,

después de la evolución.

Qué queda,
qué persiste?

Qué hago después de consumirme
Dime que hago después de mí.


Pray from a sinner

Oh God
It´s me again,
yes,
the one
who hardly ever
keeps her promises.

The fraud,
the pretender,
the cheater,

do you remember the girl
next to her grannie's coffin
who sadly said
while
she was choking in tears,
that you were a weird mother fucker?

Yes exactly,
that one.

That's me.

Here I am...
asking

But,
this time,
is not for me.

Is for someone I used to know.

He is a wonderful person,
but he is alone again,
oh god,
my good god,
this pray is for him.

Send him a
beautiful,
healthy
and strong
woman.

Send him
teh women I'm not.
The women I can't be.

Please God,
don´t let that any trouble
disturb his peace,
please God,
D'ont let that any mosquitos bite him.

Please,
that his cofee,
remains unburned.
He is happier that way.

Please that his photos,
remain
neat and clean,
beatiful,
and worth looking at.

Please,
god,
make him
strong,
give him
the strenght
I don't have.

And God,
if you can,
hold him
for me, tonight,
before he sleeps.